Nombre: Patricio Chacón Moscatelli
Ubicación: Providencia, Santiago, Chile

Ingeniero Civil Mecánico (E) de la U. de Concepción, Egr. 1967, Maître en Cienc. Sociales, Mención Etica, Arcis Paris XII Val de Marne, 1998, dos hijos, uno de ellos con fuerte retraso mental. Por favor ignorar los "datos" del horóscopo y del año zodiacal. Los agrega el programa, sin mi permiso.

viernes, marzo 31, 2006

Tesis Capítulo V Conclusiones Parte Final

V.4.- La evolución ético-moral ampliada.

La aceptación de la Ética Primitiva y del Individualismo como Modos de igual clase que los de Piaget, así como los resultados de nuestras Investigaciones Exploratorias, ameritan la reconsideración de la secuencia de aparición de los Modos de Piaget (ver ps. 61 a 76), a fin de dar cabida a los nuevos modos y de ajustar la secuencia según la nueva evidencia empírica.

Mostramos la nueva secuencia de aparición de los modos ético-morales en las ps. 128 a 130, dejando constancia de la característica de provisoria de la escala de evolución ético-moral personal, ya que persisten dudas acerca del período en que se pueda presentar el completamiento de la Ética Primitiva, además de la falta de evidencia empírica con este esquema sobre las expresiones más tempranas del Individualismo. Ambos aspectos requieren de investigaciones específicas, además de las que complementen y confirmen o refuten las Investigaciones Exploratorias nuestras.

Por supuesto, concordamos con la idea de Piaget sobre una evolución ético-moral compleja, con fases separadas y sucesivas de práctica y de reflexión para la aparición de cada Modo, además del aprendizaje separado de cada Modo para cada uno de los diferentes ámbitos de actividad, lo que reflejamos en el Cuadro de la p. 130.

Este Cuadro muestra gráficamente la coexistencia de modos en una misma persona, o, dicho de otra manera, la inexistencia de la «personalidad monolítica», tal como la plantea Adorno en su "The Authoritarian Personality" {12}, y como la que postulan Kohlberg, Mifsud y, en cierta manera restringida, también Rest.

Pensamos que la escala de evolución ético-moral que proponemos refleja y resume las características más importantes del esquema ético-moral piagetiano, en nuestra comprensión y con nuestras propuestas, por lo que sería una de las bases importantes a considerar en toda investigación futura que quiera seguir nuestro esquema. Por otra parte, esta escala puede ser un buen modelo sobre el cual construir los instrumentos para evaluar el grado de desarrollo ético-moral de las personas, en ámbitos de actividad específicos. Como hemos afirmado antes, consideramos que instrumentos de este tipo son de crucial importancia para diseñar y probar métodos y técnicas para el desarrollo ético-moral, que complementen la evaluación indirecta de dicho desarrollo, realizada por la observación de los efectos que la intervención pueda producir, tales como el aumento de las coherencias, el mejoramiento del clima interaccional, la disminución de las infracciones y/o agresividad, entre tantas otras.

V.5.- Las condiciones de aparición de los modos.

Aun a riesgo de basarnos demasiado en especulaciones y deducciones, por más que estén fundadas en los trabajos de Piaget y en los de Lickona, en nuestra apreciación de la realidad contemporánea con el esquema conceptual propuesto y del aporte de las constataciones de nuestras breves Investigaciones Exploratorias, hemos considerado valioso incursionar, aunque sea tentativamente, en el análisis y sistematización de las condiciones que podrían facilitar la aparición -y/o mantención- de los diferentes Modos. (ver ps. 131 a 173)

De este riesgoso intento destacamos el que muestra una de las posibles aplicaciones de este esquema conceptual -muy difícil de conseguir con otros- que puede tener crucial importancia si es que se desea desarrollar y/o evaluar estrategias y/o métodos que permitan sacar a las personas de los modos más primitivos lo más pronto que sea posible, así como evitar las condiciones que hacen que las personas sigan manteniendo dichos modos socialmente inconvenientes.

Resaltamos el hecho de que, a la luz de este esquema conceptual, todos los modos forman parte de las características de los seres humanos, de lo que llamamos la naturaleza humana, hasta el punto de que todas las personas deben pasar inevitablemente por todos los más negativos para acceder a la Autonomía. Que no existe garantía de que todas las personas puedan llegar hasta la Autonomía, aun cuando el medio social lo facilite -condición que las sociedades contemporáneas no cumplen, salvo en muy contados ámbitos de actividad-.

Pero con igual fuerza hacemos notar el hecho de que también forma parte de la naturaleza humana la capacidad potencial de ir superando los modos más primitivos e inconvenientes y de ir accediendo gradualmente al uso de los más complejos y socialmente eficientes, aprovechando las condiciones favorables del medio social, aunque no sean las ideales, y a pesar de las dificultades que este proceso de desarrollo y evolución personal implican.

Pensamos que este proceso evolutivo es la base fundamental del más amplio proceso de evolución o civilización creciente de las sociedades, y que la historia muestra una clara tendencia a la aceleración del mismo, lo que hemos expuesto y defendido en otra parte [2].

Veamos entonces el resumen de nuestro recorrido sistemático por las etapas de la vida en que normalmente aparecen los diferentes modos y de las condiciones que favorecen esta evolución.

V.5.1.- La anomía.

Hemos distinguido dos condiciones para la aparición de este modo, la de la anomía infantil -totalmente espontánea e inevitable- que surge con el mismo nacimiento, y las de la anomía por desconocimiento del ámbito de actividad en que puede producirse, a cualquier edad. Ambas condiciones están suscintamente descritas en las ps. 132 y 133.

No sabemos de investigaciones dedicadas al estudio de la Anomía, ni de la infantil, ni de la producida por discapacidades fuertes ni de la generada por desconocimiento del ámbito de actividad. Los tres casos constituirían amplios campos de investigación, con buenas probabilidades de obtener generosos frutos, tanto sobre las condiciones en que se produce como sobre las maneras de que facilitar la salida de estas situaciones.

V.5.2.- La Ética Primitiva.

Hemos podido distinguir aquí tres grandes divisiones, la Ética Primitiva infantil, la de la pubertad y la impuesta por el medio social. (ver ps. 133 a 155)

V.5.2.1.- La Ética Primitiva infantil.

Surge espontáneamente tan pronto los infantes son capaces de mantenerse sentados -de los 4 a los 6 meses- y va en aumento hasta los 2 o 3 años -la etapa conocida como la edad del mío-, sin que se puedan apreciar diferencias debidas al género. Así como resulta prácticamente inevitable que agredan -son extraordinariamente rápidos para agredir- también es posible reducirles el recurso a la agresión física hasta que casi desaparece, si el medio social es el adecuado (ver ps. 134 a 136). Sobre este aspecto, contamos ya con la evidencia preliminar de nuestra Investigación Exploratoria al respecto (Cap. III).

Cuando el medio social no es capaz de inhibir tempranamente el uso de la violencia física como forma adecuada de solucionar problemas, este puede ser el inicio del matonaje y de la delincuencia infantil y juvenil, de las pandillas agresivas y de las actitudes de crueldad y violencia extremas de ambas etapas, que, de prolongarse, continuarán con certeza en la adultez.

La pobreza extrema -y las condiciones concomitantes, entre las que se cuenta la ignorancia de métodos adecuados para eliminar la agresión física- pueden significar que estas formas de Ética Primitiva sean, más que espontáneas, impuestas por el medio social, en especial de parte de quienes no hacen nada por mejorar esas condiciones sociales tan negativas, casi siempre en defensa de sus privilegios.

Creemos que existen actualmente muchos ámbitos en los que es posible estudiar e investigar el surgimiento de fuertes expresiones de Ética Primitiva Infantil. Pensamos que estos pueden dividirse en tres grandes grupos mayoritarios.

a) Los «hogares de menores».

Nos referimos aquí a muchos de los llamados "hogares de menores", en especial a la mayoría de los públicos y/o subvencionados, los que cuentan con muy escasos recursos, tanto materiales como humanos. El personal de estas instituciones no sólo suele ser reducido en número, también es habitual que su capacitación deje mucho que desear, ambos aspectos muy lejanos a los estándares utilizados en las salas-cuna y guarderías de reconocida calidad, los que prestan servicios a los grupos de nivel socioeconómico de medios hacia arriba.

Una investigación de los niveles de uso de la Ética Primitiva en instituciones similares de ambos sectores, comparándolos entre sí, pudiera servir de base para proposiciones de cambios importantes en los recursos asignados a los del grupo desfavorecido, tanto en cantidad como en calidad. No sería extraño que el aumento de recursos requerido para igualar los resultados con los mejores del otro sector no fuera porcentualmente significativo.

b) Los «sectores pobres».

Este es otro gran grupo socioeconómico en que investigaciones de campo sobre la Ética Primitiva pudiera mostrar caminos productivos para evitar que este Modo se perpetúe y/o aumente en grandes zonas de nuestras sociedades.

La necesidad y urgencia de investigaciones como estas queda de manifiesto por la cifra de personas condenadas recluidas en recintos carcelarios chilenos que provienen de estos sectores, conocida recientemente: cerca del 98 por ciento de ellas.

Si la seguridad ciudadana es uno de los temas que causa la mayor preocupación en la actualidad, no cabe imaginar mejor empleo de recursos que estudiar y conocer más sobre la forma en que surgen o "se hacen" los delincuentes, allí mismo donde la gran mayoría de ellos nacen, se crían y se educan: sus casas, sus barrios y sus escuelas.

c) El resto de los sectores.

Como la Ética Primitiva no es exclusiva de los sectores más desprotegidos de la sociedad -como los dos anteriores-, también cabe estudiar la aparición y mantención de este Modo en los otros sectores societales. Existe aquí campo propicio para investigar: no olvidemos la violencia intrafamiliar, las pandillas y varios otros.

Pero, por lo visto en nuestra pequeña Investigación Exploratoria al respecto, el problema aquí está radicado principalmente fuera de las guarderías y colegios, y sí en las propias casas y barrios. Entonces, tal vez convenga estudiar cómo conseguir que las personas de estos sectores sean capacitados masivamente para aplicar a sus hijos -futuros y actuales- métodos tan buenos como los de las guarderías, ya conocidos. Parece poco razonable que la gente de estos sectores tenga tanta capacitación en materias generales, tales como lectoescritura, aritmética, ciencias básicas, historia y otras disciplinas -aunque siempre de peor calidad que los grupos mas favorecidos-, además obligatoriamente, y que no reciba ningún tipo de enseñanza orientada a lograr "padres capacitados". Talvez convenga partir por investigar cual podría ser el currículo mínimo pero suficiente para que todos los egresados de la educación formal tengan la capacitación adecuada al respecto. Y luego ver la manera de que los que ya egresaron y que todavía tienen hijos "enseñables" puedan acceder a la misma capacitación.

Y si esta capacitación rindiera frutos en estos sectores, entonces también pueden darlos en los sectores anteriores. Como quiera que sea, el esquema conceptual propuesto bien pudiera servir como marco conceptual para estas investigaciones.

V.5.2.2.- La Ética Primitiva de la pubertad.

Hemos dividido esta forma de aparición de la Ética Primitiva en dos grupos, uno formado por la Ética Primitiva espontánea y la Ética Primitiva por iniciaciones rituales, y el otro grupo, el de las Éticas Primitivas forzadas por el medio social, entre las que nombramos la Ética Primitiva por entrenamiento, la Ética Primitiva de los deportes y la Ética Primitiva por prisión. (ver ps. 136 a 140)

V.5.2.2.1.- La Ética Primitiva espontánea.

Es la Ética Primitiva que desarrollan "naturalmente" las pandillas juveniles o infantiles, de la calle o en muchos Hogares para Menores, las organizaciones fundamentalistas de diversos tipos y objetivos -como los grupos terroristas, las 'barras bravas', algunas sectas, etc.-, algunas delictuales y otras no (ver ps. 137 y 138). La principal característica es que surge sin imposiciones, elegida por los miembros de los grupos, aunque, en muchos casos, suele ser "forzada" por las malas condiciones societales. Se trata, generalmente, de grupos en que predomina la Ética Primitiva, a los que se van agregando miembros que adoptan este Modo con facilidad.

Aun cuando sabemos que estos grupos han sido objeto de numerosos estudios, no tenemos noticia de investigaciones realizadas con el enfoque que aquí proponemos.

V.5.2.2.2.- La Ética Primitiva por iniciación ritual societal.

Es la Ética Primitiva que surge, en las sociedades arcaicas y en algunos casos de 'residuos' primitivos en las sociedades contemporáneas, en que ciertas iniciaciones rituales efectuadas por tradición marcan el tránsito desde la infancia a la etapa de adultos. (ver ps. 138 a 140)

Pensamos que el esquema conceptual propuesto pudiera ser un buen marco conceptual para investigaciones sobre los mencionados residuos, y también para estudios de antropología social, los que, por este marco, pudieran resultar muy novedosos.

V.5.2.2.3.- La Ética Primitiva por entrenamiento.

Se trata de entrenamientos que producen con certeza el desarrollo de una fuerte Ética Primitiva, incluso regresionando de períodos previos en los que la Ética Primitiva infantil o juvenil pudo haber sido ya superada, y que se imparten obligatoriamente a toda o una parte considerable de la población. Obviamente nos referimos en especial a los entrenamientos que se imparten en las Fuerzas Armadas y de Orden -incluidos los gendarmes o carceleros-. (ver ps. 141 a 146)

Exponemos con detalle las razones que avalan esta forma de estudiar dichos entrenamientos, y que explica porqué no es de extrañar que los así formados sean capaces de torturar a gente indefensa sin remilgos, que obedezcan prestamente las órdenes más aberrantes y que vivan en un mundo tan distinto al "mundo de los civiles".

Nuestra exposición también muestra que no es sensato esperar cambios positivos de quienes viven en el "mundo de los militares" mientras no se modifiquen sustancialmente dichos 'entrenamientos'. Dejamos constancia de que existen ya formas de entrenamiento militar que no inducirían la fortísima regresión a la Ética Primitiva que aquí vemos, las que se usan en Suiza y probablemente en Suecia (ver nota de p. 141). No vemos razones para no estudiarlas y, eventualmente, adoptarlas.

Pensamos que estos entrenamientos deberían ser drásticamente modificados si es que realmente queremos que "nunca más en Chile..." se sufran los atropellos masivos a los derechos humanos de la todavía reciente dictadura de Pinochet, y de los que se siguen cometiendo en la actualidad.

Existe el modelo suizo de fuerzas armadas y de la correspondiente capacitación -de "civiles con entrenamiento en defensa"- las que aseguran que la Ética Primitiva no se entroniza en ellas -no se sienten "garantes de la patria", grupo de elegidos-, sin que eso signifique descuidar la defensa del territorio nacional.

Estamos convencidos que un cambio como el propuesto contaría con el apoyo mayoritario de la población si es que ésta tuviera la información al respecto, como aquella que aquí consignamos.

También creemos que si se pudiera investigar libremente, con este enfoque, el entrenamiento actual de estos sectores, se llegaría a comprobar que la Ética Primitiva y el fuerte fundamentalismo conservador de nuestras Fuerzas Armadas y de Orden es un producto sistemático y repetitivo de los métodos que allí se usan.

Mucho nos gustaría que pudiera realizarse pronto algo de lo que aquí proponemos, pero realmente no abrigamos demasiadas esperanzas.

V.5.2.2.4.- Ética Primitiva en los deportes.

Otro aspecto que nos parece importante es la reconsideración de los deportes como instrumentos privilegiados de educación para la población, en especial para mejorar a la juventud. A la luz de los planteamientos de Elias y Dunning -y los de esta Tesis- nos parece que convendría estudiar más a fondo los efectos sociales de los deportes, con especial cuidado los de "roce fuerte" -el fútbol, el básquetbol, el hockey, entre otros-, los de lucha -como el box, la lucha libre y otros semejantes- y las llamadas 'artes marciales', ya que habría información suficiente como para sospechar fundadamente de su pretendida bondad social, tanto para los jugadores como para los espectadores. (ver ps. 146 a 149).

La necesidad de entretención de la especie humana, al parecer siempre creciente, debe y puede ser satisfecha a cabalidad también con los deportes, pero creemos que no es necesario que se tengan que sufrir los negativos "efectos secundarios" que observamos en la actualidad.

El esquema conceptual que proponemos pudiera servir no sólo para conocer y entender mejor los verdaderos efectos sociales de los deportes de masas, sinó también para estudiar y proponer los cambios que pudieran eliminar los efectos secundarios sin que pierdan el encanto y atracción actuales. Estos ámbitos están abiertos a todo tipo de investigaciones, y sólo se requiere de la voluntad de realizarlos.

V.5.2.2.5.- Ética Primitiva por prisión.

Analizamos en esta parte los efectos nefastos que produce la reclusión -en todas sus formas actuales, incluidas las de las "sociedades opulentas"- en las personas: la regresión a las formas más brutales y bárbaras de la Ética Primitiva, las 'sociedades carcelarias'. (ver ps. 149 a 153)

Por la información recogida surge la duda, si los efectos socialmente benéficos que las cárceles producen al mantener separados del resto de la sociedad a los delincuentes más peligrosos y renuentes no son sobrepasados con mucho por los negativos efectos secundarios antedichos: pensamos que urge investigar alternativas mejores que las actuales, ya tan viejas como las primeras sociedades humanas.

Del ejemplo citado por el Dr. Lickona -la espeluznante experiencia frustrada de la "cárcel de universitarios"- se deduciría que es el tipo de organización carcelaria -reclusión masiva con inactividad- el que produciría la "sociedad carcelaria", tanto en los "presos" como en los "carceleros", ambos grupos seleccionados al azar entre personas normales, sin antecedentes penales de ningún tipo. (ver p. 151)

Esto indicaría la urgente necesidad de investigar con mayor profundidad este asunto.

Sugerimos también que los ambientes formados por grupos de delincuentes y/o los de casas de prostitución, por las semejanzas que muestran con las formas de organización de las cárceles, pueden considerarse como "sociedades carcelarias sin muros", pero tan 'cerradas' como las otras (ver p. 152), por lo que los resultados obtenidos en estudios de cárceles con muros pudieran talvez extrapolarse a estos ambientes.

V.5.2.3.- La Ética Primitiva por mezcla de condiciones.

Mostramos aquí que las condiciones expuestas antes -distinciones útiles para efectos del análisis- se usan en la vida real en mezclas y combinaciones, lo que generalmente potencia sus efectos. (ver ps. 153 a 155)

Destacamos este punto por cuanto la mezcla o combinación de condiciones que pueden generar la Ética Primitiva pudiera obstaculizar los estudios que hemos propuesto, para quienes no estuvieran advertidos de esta posibilidad.

V.5.3.- Condiciones para la aparición del Autoritarismo.

Hemos analizado brevemente estas condiciones, distinguiendo al menos las tres siguientes.

V.5.3.1.- El Autoritarismo Infantil.

Esta forma de Autoritarismo, espontánea e inevitable durante un largo período, que surge naturalmente a raíz del desarrollo humano, tanto biológico como psicosociológico, debe considerarse -en su época temprana- como un avance evolutivo personal de gran importancia. (ver ps. 156 a 158)

Consideramos que las investigaciones de Piaget consignadas en "El criterio..." {1} estudian ya algunas de las condiciones en que este Modo aparece, desde los comienzos del lenguaje. Nos referimos a las condiciones relativas a los ámbitos de actividad en que Piaget incursionó.

Como es obvio, los ámbitos de actividad importantes de los infantes contemporáneos son muchos más numerosos que los estudiados por Piaget. E incluso esos que él investigó han tenido tiempo más que suficiente como para haber sufrido modificaciones significativas. Por todo lo cual resulta pertinente y seguramente provechoso reestudiar la heteronomía infantil en todos los ámbitos de actividad actuales más importantes, y en especial las condiciones en que surge este Modo, y también de las condiciones socioambientales en que este Autoritarismo se refuerza y agudiza. Es decir, todo un amplísimo espectro de investigaciones por hacer.

V.5.3.2.- El Autoritarismo por desconocimiento del ámbito.

Esta es una condición que favorece la aparición del Autoritarismo que puede acontecer a cualquier edad, cuando enfrentamos el ingreso a un ámbito de actividad que nos produce inseguridad, la que nos mueve a volver a los modos más arcaicos e ineficientes pero más conocidos, lo que puede ser agravado por un fuerte autoritarismo que pueda primar en este ámbito de actividad. (ver ps. 158 y 159)

No sabemos de investigaciones sobre estas condiciones que podrían fomentar el surgimiento del Autoritarismo. Las anotamos porque nos parece haberlas detectado en ambientes laborales, repetidamente, por lo que pensamos que su estudio sistemático puede rendir buenos frutos, en plazos breves.

V.5.3.3.- El Autoritarismo forzado por el medio social.

La aparición del Autoritarismo por esta causa es el efecto de ser "arrastrado" por el Autoritarismo ambiente, cuando éste es el Modo imperante en dicho medio, aun cuando se prefiera -y se domine- el uso de otros modos más eficientes, incluso en este mismo ámbito de actividad. Sugerimos que ésta pueda ser la causa más frecuente de la mantención y hasta de la predominancia de este modo en los adultos, y en buena parte de nuestras sociedades contemporáneas. (ver ps. 160 y 161)

El único antecedente que conocemos, y que sólo "se parece" al caso que nos interesa, es el de los estudios de Lippitt y de Lippitt & White, citados por Newcomb en su "Manual de psicología social" {52}, sobre los efectos en la cohesión de grupos producidos por diferentes tipos de liderazgo y que detallaremos más adelante, en la p. 275.

Nos parece que el campo de posibles estudios que se abre en la investigación de las condiciones de este tipo que favorecen la aparición del Autoritarismo es de una amplitud casi ilimitada, puesto que puede abarcar casi todos los ámbitos de actividad humanos imaginables.

V.5.4.- Las condiciones para la aparición del Individualismo.

Ante la carencia de investigaciones al respecto nos limitamos aquí a exponer nuestras conjeturas y deducciones, fundadas en similitudes con las condiciones planteadas por Piaget para la autonomía y el tratamiento de Lickona de la pubertad y la adolescencia en "Raising good children", período en que este modo parece surgir de manera totalmente espontánea. (ver ps. 161 a 165)

Sugerimos, como causas probables, el desfase entre el logro de una autoestima suficiente como para sentirse habilitado para participar en la elaboración y modificación de las reglas con respecto al desarrollo de la capacidad de usar la reversibilidad y la universalidad -que sirven para tomar en cuenta a los demás y para "ponerse" en su lugar-, lo que traería la preocupación preferente por los derechos propios y la indiferencia por los deberes y compromisos -los derechos de los demás, o los efectos sociales de las acciones propias-, y, por otra parte, por el efecto del medio social fuertemente Individualista, el que actúa como modelo a seguir por el sujeto. Obviamente, ambas causas potenciándose entre sí.

Hemos recalcado la necesidad imperiosa y urgente de realizar investigaciones dedicadas al estudio específico de esta materia, a fin de despejar las dudas y así poder buscar -y encontrar- con mayor seguridad los remedios para esta verdadera enfermedad -o epidemia- psicosocial, que afecta ahora a innumerables jóvenes y no tan jóvenes, muchos de los cuales se autoconsideran "renovados".

No tenemos conocimiento de investigación alguna sobre el Individualismo, con este u otro esquema conceptual, salvo las ya mencionadas de Lippitt y de Lippitt & White, brevemente resumidas por Newcomb, y que tocan el tema del liderazgo del tipo que llaman "de Laissez Faire". No conocemos detalles de esta investigación, ni siquiera resumidos, puesto que Newcomb se limita a los otros dos tipos de liderazgo estudiados, autoritario y democrático, pero por relación a ellos cabe deducir que versa sobre la forma de liderazgo que nosotros llamaríamos individualista.

Obviamente, las investigaciones que se realicen sobre este tópico gozarían del más alto grado de novedad. Y además, serían de la mayor actualidad, dado que estarían descubriendo el modo que sirve de base psicológica al floreciente y globalizante neoliberalismo.

V.5.5.- Las condiciones para la aparición de la Autonomía.

Otra vez recurrimos aquí a Piaget y a Lickona -en "Raising good children"-, ahora con respaldo empírico, el de Piaget. Pero recordemos que Piaget estudió ámbitos del juego libre de niños, escolares y familiares -hasta 15 a 16 años- y que Lickona se refiere a los dos últimos, también en jóvenes -púberes y adolescentes-, y que lo que pueda ocurrir en todos los otros ámbitos de actividad con adultos -como los laborales, en su muy extensa variedad- requeriría ser investigado específicamente para respetar las características de la evolución ético-moral separada por ámbitos de actividad.

Estamos, por lo tanto, frente a un vastísimo campo de investigación, casi virgen, que podría abrir amplios horizontes para mejorar la calidad de la convivencia. Obviamente, proponemos el esquema conceptual aquí expuesto como hipótesis de trabajo con buenas probabilidades de ser útiles.

Lo que podemos rescatar -para las circunstancias y actores ya estudiados- es que el modo Democrático surge principalmente cuando existen condiciones de amplia libertad de las personas, sin interferencias de autoridades externas con otros modos.

Pero es claro que no basta con que las personas queden solas, en libertad completa, para que el modo Democrático surja por sí mismo, como por arte de magia.

De las características de la Autonomía que muestra Piaget y de las muy explícitas recomendaciones de Lickona -con las debidas fundamentaciones- se desprende que las personas así reunidas deben haber experimentado los múltiples desarrollos biológicos y psicosociológicos que los habiliten para el ejercicio de este modo. Es aquí donde los adultos significativos juegan papeles fundamentales en estos crecimientos, facilitándolos, tanto por la vía de su ejemplo como por las explicaciones que puedan dar de sus razonamientos de autonomía. Lickona insiste, y con toda razón, que los razonamientos sólo se pueden mostrar y percibir cuando se explicitan, diciéndolos, lo que él llama «enseñar diciendo». Por supuesto recalca la importancia de la coherencia de lo que se dice con lo que se hace.

Otra participación necesaria -y suficiente si se conjuga con la anterior- de los adultos en la aparición de la Autonomía en los púberes y adolescentes es el de proporcionar el ambiente de libertad ya dicho, interviniendo sólo lo indispensable para que éste se mantenga por el tiempo requerido.

Otro antecedente valioso es el que describe brevemente Newcomb [3], las experiencias de Lippitt (1940) y Lippitt & White (1947) [4], sobre diferentes estilos de liderazgo adulto sobre cuatro grupos de niños de 11 años, a los que se reunió por varias semanas sucesivas con un líder adulto que usaba procedimientos "democráticos" [5], también con un segundo que usaba procedimientos "autoritarios" y también con un tercero que usaba procedimientos "laissez faire". La secuencia de estos diferentes tipos de liderazgo se varió en los diferentes "clubes".

Los mismos cuatro líderes adultos asumieron los roles de los diferentes tipos, cambiándose de grupos al cambiar de tipo, de modo que las características personales de ellos no influyeran en las conductas de los niños, aislando así sólo los efectos de los procedimientos.

Las condiciones o "atmósferas" autoritaria y democrática descritas por Newcomb coinciden muchísimo con las de los modos de igual nombre usadas por Piaget, y los resultados obtenidos son enteramente coherentes con los efectos de dichos modos que hemos descrito aquí.

Creemos que es válido considerar que estas "atmósferas" de Newcomb -nuestros Modos-, descritas con suficiente detalle, muestran condiciones que favorecen el surgimientos de esos modos, aun cuando Newcomb -y talvez también sus autores- los cita a propósito de su tratamiento de la cohesión de los grupos y de la orientación de ellos, orientación a la tarea en los democráticos y orientación en términos de amenaza en los autoritarios.

Lamentablemente Newcomb se limita a los ambientes autoritarios y democráticos, no da ningún dato ni resultado de los grupos laissez-faire, los que creemos deberían coincidir con los del modo Individualista. A pesar de nuestros considerables esfuerzos tampoco pudimos tener acceso a los trabajos originales de Lippitt y Lippitt & White, razón por la cual no los incluimos en el cuerpo de esta Tesis.

De nuestra exposición de las condiciones necesarias para el desarrollo del modo Democrático y de las experiencias citadas resalta lo absurdo y hasta ridículo de la pretensión de "preparar para la democracia" con métodos y ambientes autoritarios -peor aún con los de la Ética Primitiva- de los tiranos de todos los tiempos -¡cómo no recordar a Pinochet!-. Otro tanto puede decirse de los métodos Individualistas: nuestras sociedades neoliberales ahogan los escasos ámbitos de actividad democráticos con sus oleadas de asfixiante Individualismo.

Pensamos que los cambios curriculares de la educación Básica y Media contemplados en los Objetivos Fundamentales Transversales promovidos por el Ministerio de Educación, más específicamente lo que se conoce como «educación en valores», pueden significar progresos muy importantes en nuestra convivencia si es que se orientan al desarrollo de la Autonomía de Piaget con métodos democráticos.

Nos parecen de gran interés las opiniones emitidas por el catedrático español Miquel Martínez, de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona [6], quien aboga por la enseñanza sistemática de habilidades tales como "la autonomía personal, la capacidad dialógica y la tolerancia activa" (op.cit p. 14), así como su sugerencia de usar "estrategias que principalmente están orientadas al desarrollo de un mejor conocimiento de sí mismo, a un mejor dominio de los procesos que permitan la autoregulación de la conducta y la elaboración de respuestas autónomas de la persona; aprender a dialogar mejor; a ser más hábil socialmente en la convivencia con los demás; a ponerse en el lugar del otro en situacines de interacción, de conflicto" (op. cit. p. 15). Estrategias que deben ser usadas en conjunto, armónicamente, para poder desarrollar un buena personalidad moral, "a lo que se debe sumar la existencia de un clima, una atmósfera general de la escuela, que favorezca el proceso". (op. cit. p. 15)

Todo esto nos parece enteramente congruente con todo lo dicho en esta Tesis. Pero nos preocupa la importancia que Martínez asigna a las teorías de Kohlberg, cuando afirma que "sin Kohlberg no podríamos estar en el momento que estamos, de trabajo e investigaciones sobre educación moral y en educación de valores". (op. cit. p. 16)

Creemos que él no ha visto las fortísimas divergencias e incoherencias que se dan entre Kohlberg y Piaget, las que hemos destacado en esta Tesis y en otras partes [7], cuando afirma "Y sin Piaget tampoco estaríamos comprendiendo aspectos importantes del desarrollo cognitivo, afectivo y moral de los niños y adolescentes". (op. cit. p. 16)

¿Qué estará tomando Martínez -y los que trabajan con él- de Kohlberg y qué de Piaget, que no percibe o no le importan las numerosas incongruencias entre ambas posturas teórico-prácticas, a nuestro juicio casi insalvables, casi obvias?. Nos parece muy importante salir de dudas, toda vez que muchísimos profesores chilenos están tomando pasantías en la Universidad de Barcelona, precísamente en Educación en Valores.

V.6.- Conclusiones finales

Creemos que, con todo lo expuesto, hemos cumplido con nuestros objetivos fundamentales, y que hemos aportado pruebas suficientes como para justificar buena parte de lo que proponemos, al menos al punto de que sirva como hipótesis de trabajo de nuevas y más extensas investigaciones.

Pensamos haber cumplido satisfactoriamente también otros objetivos secundarios, tales como:

-aportar algunas razones para realzar la relevancia del uso del sistema de conceptos expuesto con este enfoque, junto con los ya tradicionales y comúnmente utilizados, para el análisis social en numerosas, sinó todas, las especialidades de las ciencias sociales.

-insinuar algunas aplicaciones teóricas de este enfoque y sus probables conclusiones y efectos.


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Notas

[2] Véase nuestro artículo "Sociedades Adolescentes" {24}.

[3] Véase Newcomb, Th. "Manual de psicología social" Tomo II {52}, ps. 741 a 744.

[4] Véase Lippitt, R. "An experimental study of authoritarian..." {44}, y Lippitt R. y R. K. White, "An experimental study of leadership..." {45}, citados por Newcomb en {52}.

[5] Las comillas de esta parte son de Newcomb.

[6] Véase entrevista aparecida en "Revista de Educación" Nº 250, Noviembre de 1997 {51}, Ministerio de Educación, Santiago Chile, ps. 13 a 17.

[7] Para un más detallado análisis de estas incongruencias, véase nuestro ensayo "¿Podremos civilizarnos más rápido?" {18}.